
1.Tienes que trabajar duro por las cosas que quieres
Nada que valga la pena tener en la vida viene sin esfuerzo y mejorar tus marcas en natación no es una excepción.
Conseguir tus metas la mayoría de veces requerirá dar lo que a veces puede parecer un nivel de esfuerzo poco natural.
El trabajo duro y el esfuerzo construyen el puente que conecta tus sueños con la realidad.
2. El trabajo en equipo te hará sentir bien
En la natación hay entrenamientos donde se trabaja en equipo. Con el trabajo en equipo se aprende a colaborar, ayudar y confiar en los demás para lograr buenos resultados.
También se descubre lo que es la “rivalidad sana”. La competencia también te hace mejorar a ti mismo, a alcanzar un nivel más alto.
Se fomenta compañerismo. Se crean vínculos con los compañeros y se pone de relieve la importancia que tiene la solidaridad para que haya buen ambiente en el grupo.
3. Sin disciplina no habrá resultados
Mantener una disciplina es la única forma de fijar los objetivos y lograr resultados en el deporte.
La disciplina es la que hará que te levantes a las 6 de la mañana (o antes) para meterte en una piscina, que no faltes a tu entrenamiento ese día que todos tus amigos han quedado para ir a tomar unas cervezas o tengas que finalizar un entrenamiento muy exigente que te deja agotado.
Todos los buenos programas de entrenamiento están concebidos con la idea de que hay que persistir en ellos y para ello se necesita disciplina. Persistencia y disciplina están estrechamente ligados. Sin disciplina es imposible ser persistente.
Si no hay disciplina no se puede ser constante en el entrenamiento, la alimentación, los hábitos de vida, etc.
4. A ser paciente
La natación te enseña a que tienes que ser paciente y que todo llega, pero a su tiempo.
En la natación, como en cualquier deporte, no debes de acelerar bruscamente ningún proceso, ni obsesionarte demasiado, puesto que ello correrá en tu contra.
Los resultados llegarán, tan sólo tienes que ser constante.
5. A veces simplemente no es justo
Esto es algo que también debes de grabarte a fuego.
No siempre va a ser justo. Habrá momentos en los que, no importa cuánto trabajemos, los resultados no coinciden con nuestro esfuerzo en la práctica.
O habrá momentos en los que te pongas nervioso o el cuerpo te falle de forma inesperada y no consigas ese objetivo que tanto ansiabas.
Estos momentos pican, duelen, y nos derriban. Pero también te enseñan a ser mentalmente fuerte para poder superarlos.